Reputado músico del Barroco medio, fue alumno de Tomás Miciezes el mayor en las Descalzas Reales de Madrid. Ejerció su labor como maestro de capilla de la Catedral de Cuenca, entre 1664 y 1675; luego maestro de capilla de la Catedral de Sevilla, sucediendo a Miguel Tello, desde 1675 hasta 1684, siendo  reemplazado por Diego José de Salazar, y finalmente de vuelta en la capilla de la Catedral de Cuenca desde 1684 hasta su muerte a los 56 años de edad.

Dejó un amplísimo catálogo, casi en su totalidad de música religiosa, conservado principalmente en las dos catedrales donde ejerció su labor, aunque es posible encontrar obras suyas en un buen número de catedrales y en lugares tan dispersos como Múnich y México. Entre sus alumnos destacan los hermanos Diego y Sebastián Durón, a quienes ayudó de forma activa a lograr determinados puestos: el de maestro de capilla de la Catedral de Las Palmas al primero, y el de organista de la Catedral de Sevilla al segundo.

Compuso música de Villancicos, Salmos, Secuencias, Oficio de difuntos, Himnos religiosos, Responsorios, Música religiosa, Misas, Motetes, Cantos religiosos.